Atravesamos el arco de salida y a los pocos metros nos encontramos con "LAS PERAS DE HUESCA" grupeta de la que forma parte Lusillo, los nervios que me atenazaban el estómago antes de la salida dan paso a una especie de acojone que me agarrota las piernas y me impide rodar al ritmo de las peras, me quedó atrás con unas sensaciones malísimas, Luis se descuelga del grupo y me viene a ver para que me anime a coger a las peras, pero mis piernas no funcionan, finalmente Txanete se queda con migo, empezamos a charrar y los nervios van desapareciendo, no recuerdo el momento justo en el que recuperé sensaciones pero recuerdo pillar a Las Peras y quedarnos con ellos a un ritmo que me resultaba muy cómodo. Comenzamos la ascensión al Somport y las sensaciones son inmejorables, lo recuerdo como un puerto tendido, fácil de subir y con bastante animación en la parte final, donde el % de las rampas aumenta, durante la subida conocemos a multitud de ciclistas, con algunos de ellos, coincidiremos a lo largo de todo el recorrido, la gente nos anima gritando el típico "VAMOS QUE NO QUEDA NADA!!!!" , NO QUEDA NADA HASTA DONDE??? porqué para terminar queda muchísimo!!!!!!!!!, la subida la realizamos entre risas, chistes y alegría cada vez que alguna persona nos decía "MIRA LOS DE GRAUS!!!!, VAMOS GRAUS!!!, MUY BONITA LA RIBAGORZA!!!!!", es aquí donde acuñamos la frase de ánimo que pronunciamos durante todo el trayecto "VAMOS YUSO QUE GANAS", aunque alguno de los ciclistas se empeñaran en llamarlo Yosu jajaja, increíble cuando una persona que no conoces te pregunta donde está el Yosu jajajajaj. Coronamos Somport, nos abrigamos (yo como soy un tío precavido me había dejado el cortavientos en casa,,,suerte que Taxenete me deja el chaleco y con eso y los manguitos bajo bastante bien, tengo que decir que me quedaba bastante justo y corto jejej), menuda pedazo de bajada, unos 30 km preciosos y fríos. Yosu se lanza como un jabato y ya no lo volveremos a ver hasta el Marie Blanque, a mitad de bajada noto que me estoy quedando frio y decido apretar un poco, bajo pedaleando en las zonas mas llanas para entrar en calor y cuando giro la cabeza, Txanete no viene!!!, bajo el ritmo, espero un rato pero Nukito no viene, tengo frio así que me uno a un grupillo para ir tirando, como Txanete sigue sin venir, lo llamo por tlf y resulta que lo tengo justo detrás (se había parado a mear). Rodando en grupo llegamos a los pies del Marie Blanque, paro a quitarme el chaleco con una sensación de emoción animal, ya que en mi estructura mental de la carrera había marcado como verdadero comienzo de la aventura la base de este puerto, el mas exigente de todo el día, el puerto comienza con unas rampas muy suaves, durante las cuales estás esperando que aparezca la "pared" de los cuatro últimos Km, cuando llega el primer Km al 10,5 %, te das cuenta sin necesidad de mirar el cartelito que algo pasa en las piernas, lo pongo casi todo, me dejo un último piñón moral y para arriba, junto con Txanete subimos a un ritmo constante que nos permite ir adelantando gente, el segundo Km es al 11,1 % y se nota, mucha gente sube caminando, yo empiezo a acusar el esfuerzo y pienso "Dios mio quedan tres Km sin descanso haciendo este mismo esfuerzo", pero entre los comentarios graciosos de Txanete y las pocas tonterías que mi cansancio me deja gritar superamos este Km, la verdad que ver a gente que va peor que tu, motiva mucho jajaj. Empezamos el Km 3, el mas duro de todos 11,6 % de media, la gente va apuradísima y yo subo muy cansado pero con buenas sensaciones, disfrutando mucho a pesar del sufrimiento, finalizando este Km vemos a Yosu a lo lejos y Txanete se lanza a por el, yo no puedo cambiar el ritmo y sigo a lo mio, antes de que se vaya le pregunto a Txanete en que Km estamos, del cansancio se me olvida hasta lo que he leído hace unos minutos jeje, Txa me putea y no me lo dice, suerte que gracias al tono agónico de mi pregunta un buen hombre se apiada de mi y me dice que ya casi entramos en el último Km y que suaviza (11 %), en efecto así es entro en el ultimo Km y suaviza un poquito, esto me permite disfrutar del momento, me emociono tanto que saco el tlf y empiezo a grabar, la gente que sube caminando me mira como "no me saques caminando cabrón", con esta emoción llego a la ultima curva donde un gaitero ameniza la llegada junto a mucha gente animando, saludo a la cámara fija, paso por la manta, me reuno con Txano y Yuso y bajamos para el avituallamiento.
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